sábado, 14 de agosto de 2010

Emoción y esperanza

Pienso en si me podrás querer ahora que ya no hay mucho ayer. Todo el día de hoy estuve pensando en ti. Recordando un poco lo que dices, lo que haces, recordando que ignoro muchas cosas de ti. Invitarte y llamar. Cuántas cosas pasaron con mi vida desde que nos vimos. Tal vez moviste los hilos invisibles de mi realidad y hubo reajustes. Y qué buenos.

¿Y pasará un año para ver tu sonrisa de nuevo? Espero que no. Quiero compartir contigo esta esperanza que me asiste. Pienso en mi falta de tacto para precisar las palabras que me lleven a oír de ti lo que quiero saber. Espero verte cuanto antes. Espero oírte y abrazarte. Nada más quiero ahora. Esta palabras no hablan de poesía ni de política ni de filosofía. Estas palabras hablan del día y de la tarde, hablan de lunes y del sábado. Hablan de los extremos y de los mínimos. Hablan un poco del fin de la distancia y del fin del silencio. Escribo a mano nuevamente. ¿Tocará esta mano tu rostro nuevamente? ¿Por qué olvido tan fácilmente las palabras que ahora pienso? ¿Por qué te quiero tanto? ¿Por qué me gustas tanto?

El lunes la emoción de verte había estallado en mi pecho. Casi no podía respirar. Tal vez esto no te guste o te haga sentir incómoda y liviana. Pero es importante que lo sepas. Me ayudarás a pensar. Pero, ¿yo te ayudaré en algo? ¿Cuando hablo contigo se notan que son palabras que sólo uso para hablarte? ¿Te has dado cuenta que mi estrategia es bastante pobre? ¿Por qué no te pregunto esto a diario? ¿Acaso temo perderte o alejarte? Creo que esa es una palabra clara y es todo el impedimento para estar cerca de ti. Creo, que sí me puedes querer. Pero me doy cuenta ahora de que hasta que no cese mi temor a perderte no podré tenerte junto a mí. Creo que notas este temor clandestino. Pienso que notas otros temores. Este es el fin del miedo. Necesito verte cuanto antes. Y decirte, contarte cómo mi vida ha sido una serie de apuestas en las que la voluntad de apostar me ha asegurado el éxito. Quiero apostarle ahora al amor. Cabe enamorarme de ti porque me gustas; tu compañía y tus palabras, la forma en que cae tu cabello y el detalle aquél de que el arte vive en tus movimientos me suscitan creencias inexpertas, creencias que no saben del mundo definitivo y cruel. Espero verte cuanto antes.

1 comentario: