sábado, 14 de agosto de 2010

La expresión de la mirada

¿Qué expresan para ti mis ojos cuando alcanzan a mirarte? El río ya no sabe que es un río, ha perdido su primera palabra y no recuerda su nombre principal. Alcanza a llevarse estas palabras que parecen últimas, pero que pueden ser primeras. Cuantas palabras en un río, cuanto silencio frente a su transcurrir inescrupuloso. Una palabra no es nada frente a un río, y un río no es nada frente a una palabra. Que mentira tan grande recorre el mundo en esta mirada que no mira.

¿Qué mirada merece esta palabra? ¿Por qué no me miras? ¿Qué hay mis ojos? ¿Qué es lo que no hay?
No hay una calle en la noche ni en la tarde; el mendigo inoportuno, el curioso temor, son apenas una brizna accesoria; un cóctel de frutas moradas, la luz de mercurio, los demás desconocidos y el camino que buscamos no dan el mejor sabor, es una negociación sobre la manera de repartirnos las tareas de la nada. Es posible que el escenario no propicie más que temblores de frío y ninguno de esperanza. ¿Quién puede pensar en el amor si tiene frío o miedo?

Es preferible la esperanza al amor, porque en todo caso, la primera se extiende con el paso de los días mientras que el amor se recoge en cada sentido, se agota como las velas. ¿Qué expresan mis ojos ante la tenue luz del mercurio? ¿Cambia mi mirada ante la luz de la mecha glicerinada? ¿Acaso tienen algo que ver la luz y la esperanza? Se puede ver algo de esto en mis ojos? ¿Vale la pena hacer narraciones de los meses silenciosos, e inventarnos los posibles futuros con tal de mantenernos cerca? ¿Cuál es la distancia fundamental y cual la elemental? ¿Confirma mi mirada la expectativa de hacer el viaje, juntos hasta aquél rincón silencioso de la tierra?¿Cuál es la expresión de la mirada extasiada por el café y la sonrisa bien amada?

1 comentario: